2020 patrimonio

Extensión Museo Castillo de luz por Nieto Sobejano

por A AS Architecture

El Castillo de la Luz, el punto de llegada de las flotas castellanas desde el siglo XV, cuando se fundó la primera fortificación, es para la ciudad de Las Palmas no sólo es uno de los edificios más significativos de su patrimonio arquitectónico, sino un testimonio de la memoria histórica del archipiélago.

El paso del tiempo no sólo ha afectado significativamente su uso y conservación, sino también su entorno inmediato: la antigua fortaleza en la costa que estaba rodeado de agua con la marea alta, que hoy es rodeado por los edificios del Puerto de la Luz y el avance de la ciudad a la Isleta.

La parte más antigua está constituida por una pequeña torre construida a finales del siglo XV. Unos años más tarde, el volumen inicial se amplió para formar el plan cuadrado. El espacio entre la torre original y los muros perimetrales era terrazas para mejorar su capacidad defensiva frente a la artillería.

La fortaleza, a pesar de su participación en hechos de armas a finales del siglo XVI en el que fue saqueada e incendiada, mantiene gran parte de su estructura formal original hasta el siglo XX, cuando, después de caer en el abandono y en ruinas, fue reconstruida en 1969.

¿Cómo debemos intervenir un edificio de valor histórico significativo, para transformarlo en un museo del mar equipado con las instalaciones y espacios requeridos por una institución museística contemporánea? La historia del Castillo de la Luz se convierte inevitablemente en un argumento a favor del proyecto.

Si durante cinco siglos, el espacio entre las paredes exteriores y la torre original ha permanecido como un vertedero, hay que vaciarlo: recuperar la visión de principios del fuerte, transformarlo en el protagonista del nuevo museo. De esta manera, aparecerá espacios interiores que siempre había existido, pero habían permanecido ocultos a la vista.

Vamos a reorganizar el sistema de circulación para que sea adecuado para un museo, la incorporación de pasarelas de luz y una nueva escalera y ascensor. Por último, vamos a eliminar todos los elementos añadidos recientes que no pertenecen a la construcción original. Vamos a cubrir las nuevas áreas con una losa de hormigón que se separa de la antigua torre, dejando fisuras finas a través del cual la luz natural se deslizará dentro.

En lugar de reconstruir o rehabilitar el Castillo, habremos vaciado, nos limitaremos a hacer visible su pasado, a la espera de la construcción de exponerse y de su propia historia, sin tener en cuenta las futuras colecciones que se incorporarán a la misma.

En el exterior, vamos a desmontar un perímetro falsa de nueva construcción en boxes, la liberación de una gran extensión de tierra al nivel original de la fortificación, que nos va a permitir la percibimos en su real dimensión de nuevo.

Un nuevo pabellón parcialmente enterrado utilizará la pendiente que el crecimiento de la ciudad se ha producido durante siglos, e incorporará los espacios adicionales que necesita el museo: de acceso, venta de entradas, publicaciones, servicios sanitarios, de almacenamiento, instalaciones y sala de usos múltiples. El techo, una plataforma horizontal que apenas emerge del terreno, será el único rastro visible de una intervención que no pretende competir con el Castillo que sirve y complementa.

Ubicación: Las Palmas de Gran Canaria, España 
Arquitectos: NietoSobejano Arquitectos 
Arquitectos de ejecución: Fuensanta Nieto, Enrique Sobejano
Arquitectos del proyecto: Pedro Quero, Alexandra Sobral
Colaboradores: Carlos Ballesteros, Mauro Herrero, Juan Carlos Redondo
Administración de sitios: Nieto Sobejano Arquitectos, SLP, Fuensanta Nieto - Enrique Sobejano, Miguel Mesas Izquierdo, José Mena, Edward Lynch, Aparejadores
Estructuras: NB35, SL
Instalaciones: Aguilera Ingenieros, SA
Construcción: Trycsa_Técnicas de la Restauración y Construcciones, SA 
Año: 2013  
Cliente: Ministerio de Fomento de España  
de la propiedad: Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria  
Fotografías: Roland Halbe