Libros en café notable
Posted: 09 de mayo 2014
09 May 2014 04:27 PM PD
El Caballero Español
Mi prima Elizabeth Francis Varangot de Sánchez Carvajales, en nombre y representación de su marido y primo mío, Antonio Sánchez Carvajales y en el suyo propio, me hace entrega del libro “Los porqués de Madrid”, de mi compatriota y colega María Isabel Gea Ortigas. Un hermoso regalo que agradezco mucho.
Correspondo entregándole dos ejemplares de mi libro “¡A comer con gusto! con El Caballero Español” (recetas de cocina, alguna nota autobiográfica, personalidades, anécdotas…): uno para ella y otro para Antonio, que no ha podido venir esta vez a Buenos Aires.
Elizabeth pinta, casi siempre retratos. Cuadros con mucha personalidad, gran fuerza expresiva y un toque “naïf” apenas perceptible; un poco “picassianos” –al menos para mí-, también.
Ella, Maite y yo hablamos de historia, libros y temas de la vida cotidiana en el Tortoni, uno de los cafés más prestigiosos y nombrados de la ciudad.
Jorge Luis Borges, Carlos Gardel y Alfonsina Storni reflejan una luz anaranjada que no humaniza su hieratismo de estatuas de cera.
Las “happy hours” del Tortoni tienen un regusto al gin canalla de los poetas baudelerianos. Estamos en un ángulo del salón al que llega el ruido del entrechocar de platos y vasos de la cocina. Se anima la tarde y el café resplandece, mientras en la Avenida de Mayo arrecia el tránsito.
Se habla de la extraordinaria oferta cultural de Buenos Aires, constelada de librerías, teatros y cafés notables como el Tortoni, que con sus 156 años es el más antiguo en actividad de la capital.
El público argentino es el más cálido y afectuoso del mundo. Aquí da gusto ser artista.
Alguien que recién llega de la calle dice cerca de nosotros que parece que va a llover. Cobrarían entonces actualidad, una vez más, los versos de Baldomero Fernández Moreno:
A pesar de la lluvia yo he salido
a tomar un café. Estoy sentado
bajo el toldo tirante y empapado
de este viejo Tortoni conocido.
© José Luis Alvarez Fermosel
(las siguientes imagenes y videos fueron subidas por AN)
Jorge Luis Borges, Carlos Gardel y Alfonsina Storni reflejan una luz anaranjada que no humaniza su hieratismo de estatuas de cera.
clickear en la imagén para ir a video (en ingles)
Cafetín de Buenos Aires Enrique Santos Discépolo
De chiquilín te miraba de afuera
como a esas cosas que nunca se alcanzan... La ñata contra el vidrio, en un azul de frío, que sólo fue después viviendo igual al mío... Como una escuela de todas las cosas, ya de muchacho me diste entre asombros: el cigarrillo, la fe en mis sueños y una esperanza de amor.
Cómo olvidarte en esta queja,
cafetín de Buenos Aires, si sos lo único en la vida que se pareció a mi vieja... En tu mezcla milagrosa de sabihondos y suicidas, yo aprendí filosofía... dados... timba... y la poesía cruel de no pensar más en mí.
Me diste en oro un puñado de amigos,
que son los mismos que alientan mis horas: (José, el de la quimera... Marcial, que aún cree y espera... y el flaco Abel que se nos fue pero aún me guía....). Sobre tus mesas que nunca preguntan lloré una tarde el primer desengaño, nací a las penas, bebí mis años y me entregué sin luchar. |
sábado, 10 de mayo de 2014
Libros en café notable
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