Tesoro arquitectónico olvidado: Pabellón del centenario
publicado en blog "Caminando Buenos Aires"
La historia Argentina nos demuestra, lamentablemente, que el olvido y el descuido respecto a nuestras raíces es una postura común. No solamente fue (y es) una actitud de las autoridades. Usualmente la comunidad no presta atención a la importancia que reviste el recordar y mantener intactos, lo más fielmente posible, los vestigios del pasado.
Casualmente, la desatención es la causa que originó estas palabras. La Ciudad de Buenos Aires, sin siquiera pensar en desmerecer otras jurisdicciones en el país, posee cientos y cientos de edificaciones, caminos y diversas construcciones, que inmortalizaron distintas etapas y circunstancias de la rica y dinámica historia nacional.
Un viejo y muy antiguo edificio, que se incluye sin dudas en esta categoría de inmuebles históricos, se halla, tal y como indica el título de la nota,completamente olvidado. Y para sumarle una pequeña cuota de misterio, está escondido, apartado de la vista del transeúnte.
Se trata de no mas ni menos que del “Pabellón de la exposición Internacional del centenario de la revolución de mayo - seccion ferrocarriles y transportes -”, o también llamado “Pabellón de fiestas, correos y Telegrafos” (1)
Hace poco más de 100 años, el país celebraba, un 25 de mayo de 1910, el primer centenario de la Revolución que sentó las bases para las luchas de la independencia conseguida recién en 1816.
Todo un despliegue fue preparado para festejar tal fecha. Incluída la exposición que duró hasta noviembre de aquel 1910, cuando Buenos Aires crecía pujante y se postulaba como una metrópolis de gran influencia en la región, e inclusive, en el mundo. Eran otras épocas.
La exposición se ubicó en la zona norte (Desde Plaza San Martín hasta el enorme Parque 3 de Febrero) Un montón de pabellones se construyeron en representación de todas las áreas y rubros productivos y artísticos (Industria, bellas artes, Agricultura y ganadería, Higiene, etc.) En ese listado se incluye el pabellón que oficia de eje de la nota en cuestión.
El pabellón estuvo abierto al público entre el 17 de julio de 1910 hasta enero de 1911, fue construido por el arquitecto Pedro Vincent y los ingenieros Maupas y Jaurégui, se inspiraron en la escuela arquitectónica de “Viena” y la “secesión vanguardista” (2)
El tiempo y el supuesto “progreso” fueron devastadores con las construcciones de esta exposición. La única que aún se mantiene un pie, como reflejo de un país que fue, y que ya no es, es este pabellón. Lamentablemente, se esconde detrás del Regimiento 1 de Patricios y un gran hipermercado de firma extranjera, a tan solo dos cuadras de la Avenida Libertador, y muy cerquita del cruce entre las Avenidas Santa Fe y Juan B. Justo.
Vista desde el estacionamiento en la terraza del Hipermercado Jumbo |
“El edificio fue utilizado hasta fines de los ‘80 por el regimiento Patricios para hacer la revisación médica del servicio militar, pero una vez eliminada ésta quedó sin uso olvidado y a su suerte, y cando el predio que hoy ocupa el supermercado fue definitivamente adjudicado a la firma de origen trasandino “cencosud” este monumento recibió su certificado de defunción resignándolo a una muerte lenta” (3)
Nadie parece acordarse de él. Ni las autoridades, ni asociaciones vecinales. Una joya arquitectónica del pasado, con mucha historia encima, pero completamente olvidado. Una postal de una república naciente y prometedora, y la actual evidencia del desgaste evolutivo del que aún, como sociedad, intentamos salir.
Esto es un humilde y solidario llamado al recuerdo. La historia Argentina es de todos.
Imagen del edificio en su esplendor del 1910 |
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