lunes, 7 de abril de 2014

Mar del Sud-Boulevard Atlántico Pablo Grigera, arquitecto

La semana pasada con motivo de la publicación en e-ArquiNoticias N° 14, de una nota sobre el hotel Boulevard Atlantico en Mar del Sud Pvcia de Buenos Aires, el arq. Pablo Grijera nos envío este mail y esta nota que reproducimos y que completa, una parte de la nota públicada.
-Estimado arquitecto Carlos Sánchez Saravia:
He leído con interés la nota acerca del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud en la cual toma como referencia, entre otras,  una publicación hecha por mí en el lejano año 2000 para el Concurso de Investigaciones Históricas del CAPBA. Trataré de ampliar sus acertados conceptos finales ya que a partir de un proyecto faraónico de puesta en valor en febrero de 2012 fue demolido el contrafrente del edificio, coincidente con dicho proyecto, y vendidas sus partes (más de 50 carpinterías, cientos de metros cuadrados de pinotea, rejas y demás) con un fin meramente económico.
A mediados de 2013 se inician las obras de puesta en valor de la fachada, ya que había compromisos de mostrar que algo se estaba haciendo, sin un proyecto de intervención ni estudios previos de la misma. Ni que hablar del resto del edificio que planteaba retirar las centenarias palmeras de sus patios. La caída de este grupo inversor denunciada por mi y Amigos de Mar del Sud, determina la continuidad de las obras por parte de la empresa subcontratista designada por el grupo inversor y que fue estafada por este , con el aval del municipio, pero reitero y como Ud bien ha mencionado, sin un proyecto previo ni profesional alguno responsable, ni estudios previos que justifiquen las obras.
Un saludo cordial,
Pablo Grigera, arquitecto.-

Mar del Sud-Boulevard Atlántico
Pablo Grigera, arquitecto

Hotel Boulevard Atlantico Mar del Sud año 1945 archivo Pablo Grijera

Los efectos del "Gambismo" en la arquitectura del Hotel Boulevard Atlántico de Mar del Sud.


Hace muchos años atrás, cuando asistía al Curso de Posgrado en Preservación, Conservación y Reciclaje del Patrimonio en la Universidad de Buenos Aires, nos contaron la historia de un viejo profesor de la escuela de Bellas Artes de Varsovia, que ante la inminencia del estallido de la Segunda Guerra Mundial, no dudó en salir con sus alumnos a registrar moldura por moldura los viejos edificios del centro histórico de la ciudad.
Terminada la contienda estos servirán de base para la reconstrucción de aquellos edificios a los que la guerra había convertido en escombros, proeza realizada por un sinnúmero de arquitectos, restauradores y trabajadores, sentando un precedente único y que servirá de referencia para otros casos posteriores. Fruto de este trabajo conjunto y que involucró a toda la sociedad polaca, su barrio histórico, el “Stare Miasto”, será inscripto por la Unesco en su lista de Patrimonio de la Humanidad en 1989.


Laureano Clavero viene trabajando desde hace muchos años, a partir de la publicación de su blog “Donde Sopla el Viento”, en la recopilación de historias de Mar del Sud dando a publicidad aspectos poco conocidos de la localidad, pero también ha realizado un trabajo de registro fotográfico sistemático y exhaustivo del Hotel Boulevard Atlántico y que tiene un valor incalculable. Quizás al igual que el viejo profesor polaco, la monumental tarea de Laureano, no sólo sirva para reconstruir la arquitectura del hotel sino también para ilustrar, con la maestría de sus imágenes, el estado previo del edificio a la demolición sufrida por el contrafrente del mismo, y de la cual el actual poseedor es responsable, realizada en los primeros meses de 2012 y coincidente con el proyecto faraónico de puesta en valor que planeaba realizar el Grupo Marum y del cual, esas acciones, han sido su consecuencia.


Esas imágenes, tomadas previamente a la demolición, pueden ser comparadas con otras fotografías, las que, con fecha inmediatamente posterior a la catástrofe, ilustran perfectamente el alcance de dicha destrucción.
Este trabajo quiere hacer hincapié también en descartar de plano el falaz argumento de que a causa del mal estado del edificio se realizó su demolición para así poder convalidar el hecho atroz de la venta de las partes originales componentes del edificio con un fin meramente económico, prueba de ello son las más de cuarenta carpinterías, postigones, los cientos de metros cuadrados de pinotea, las barandas de sus alas de habitaciones y tantas otras piezas vendidas y perdidas para siempre, que han diezmado en un corto plazo de tiempo al patrimonio del edificio.
En notas anteriores habíamos definido al Gambismo “como el hecho de apropiarse de un bien patrimonial, legal o ilegalmente, ejerciendo conductas personalistas que impiden el rescate del bien patrimonial. Este tipo de escuela ejerce conductas mitómanas que tratan por todos los medios de acrecentar el culto a la personalidad del poseedor del bien en detrimento de la del propio edificio, no distinguiéndose quién es más importante si este o aquel”. Esto agregábamos “lleva indefectiblemente a la ruina, a la decadencia y a la pérdida del bien patrimonial a partir de la destrucción y venta de sus partes como un modo de solventar la vida del poseedor del bien”.









Esperemos finalmente que este trabajo pueda hacer tomar conciencia de la necesidad de encarar un proyecto de intervención profesional del  así como detener el desguace sistemático del edificio y efectuar los castigos que la ordenanza denominada Código de Preservación Patrimonial de General Alvarado perfectamente establece: “Las infracciones a la presente ordenanza serán sancionadas con multa al propietario y profesional interviniente, que se graduará en proporción a la gravedad de las mismas, entre 1 y 250 salarios mínimos del agente municipal con horario completo, así como la restitución al estado anterior de las cosas, si esto fuera posible…”.De lo contrario, estaremos dejando sin castigo a todos aquellos que pergeñaron tamaño atentado al patrimonio arquitectónico, cultural e histórico de General Alvarado y, dadas las características únicas del edificio, del de todo nuestro país.










Un especial agradecimniento a Laureano Clavero por las fotografías del antes del desastre, al Chino Albertoni y, a Pablo .... , por las posteriores a la demolición.


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